24/10/2013

5 COmentarios

Como “invitar” amablemente a alguien a que de un paseo…

Mientras esperabamos para pedir el postre, ella miraba en nuestra dirección. Yo trataba de mirar para otro lado… pero no era possible ignorarla!

La historia comenzo un poco antes… Mi hermana y su familia estaban de visita. Con su esposo, un gran hombre, y sus totalmente adorables y queribles mellizos de 3 años –cargados con baterias Duracell, definitivamente energéticos!

Estabamos paseando y paramos a almorzar. Yo, siendo la interprete del grupo, estaba asignada como la que pediría la comida para todos. Un verdadero desafío!

Permítanme mencionar que en el grupo de siete, hay varias personas con gustos muy especiales –comenzando con mi esposo que no puede comer lacteos o trigo, siguiendo por mi hija que tenia dolor de estómago e inapetencia, mi cuñado no come nada agridulce y mi hermana nada que tenga verduras… los mellizos, por la edad, imagínense…

Cuando comenzé a pedir la comida, la señora del mostrador un poco impaciente, empezó a preguntarme: qué clase de queso, y qué clase de pan, quiere ketchup, mayonesa o mostaza, qué verduras, tomate, lechuga, cebolla?

Yo, con falta de sueño y exceso de demandas,
no encontraba suficientes neuronas para responder…
le pedí un momento y salí del restaurant.

Ya sé, parece de lo más tonto, verdad? Una comida, no es gran cosa! Sin embargo, creo que fue la última gota y no pude… no encontraba suficiente paciencia para tanta pregunta… algo estaba pasando conmigo y necesitaba un respiro.

Desesperadamente le pedí ayuda a mi esposo e hija. Ellos viendo el estado en el que estaba, comprendieron que necesitaba apoyo. Mi esposo entró al restaurant conmigo y me abrazó mientras nuevamente encaraba la comida a la señora de las mil preguntas.

Lo mejor que pude ordené, y con algunos errores todos comimos, o casi…

Y ahora, el postre…

Cuando, entré nuevamente al restaurant decidí que iba a pedir ayuda a la otra mesera. Ella estaba de lo mas sonriente, amablemente sirviendo al matrimonio a mi lado. Eso era lo que necesitaba un poco de amabilidad y ayuda!

Cuando la primer mesera miró hacia youtube to mp3 nosotros, bajé la vista, tratando de prevenir que me hablara. No fucionó, nos preguntó en que podia ayudarnos.

En ese momento tome una decision… y tranquilamente le contesté: “No gracias, estoy esperando a la señorita para pedir el postre. La verdad es que el pedido de nuestra comida con su ayuda fue dificil y necesito pedir el postre a alguien con paciencia y amabilidad. Pareciera que hoy Usted no es la persona a quien tengo que pedirle. Gracias, pero esperaré.”

Ay, Ay, Ay! Eso fue dificil! Y mi consciencia me esta gritando: “Cómo pudiste hacer eso, por favor! No podías ser razonable? no era para tanto! Después de todo no es la primera vez que te encuentras con alguien con una actitud menos que placentera!”

Abrí la boca para contestarle, explicarle a esta consciencia mia… pero en vez de hablar, le saqué la lengua –esta conversación, por supuesto, sucedió dentro de mi cabeza.

Orgullosa, con un poco de dudas por mi comportamiento, pero haciendo de cuenta que todo estaba lo mas bien, conversé con mi hermana, esperando que la amable mesera terminara de servir al matrimonio.

Mas tarde, comiendo el postre, cuando mi hija y mi esposo comentaron que actitud tan negativa que tenía la “primera” mesera, me relajé.

Entonces, de a poco, comenzé a sentirme realmente orgullosa de mi misma. Por pedir amablemente, lo que necesito y quiero.

Tantas veces en la vida, me quedé callada, aguantando mal trato. Cosas pequeñas como con una mesera, o situaciones mas complejas, con un jefe en el trabajo u otras circumstancias…

Espero que nunca te haya pasado… no es agradable… y estoy minimizando las emociones que se sienten…

Por eso, HOY te invito a declarar clara, amablemente tu VERDAD!

Para sentirnos respetadas por otros, primero necesitamos respetarnos nosotras mismas. Sácale la lengua a tu consciencia, esa parte crítica que te dice que te calles, y expresa tu verdad.

Que hoy sea un día para celebrarte! Comparte tu verdad, cuando alguien o algo no te funciona, dilo!

Y… cuando alguien hace algo que hace que tu corazón baile, y cante, déjaselo saber también!

Usemos nuestras voces para expresar nuestras verdades y comenzar a vivir una vida mas auténtica, en poder y amor por nosotras y el mundo que nos rodea!

Y, cuéntame tus historias, me encanta leer que pasa en tu camino… Gracias!


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